
El tomate es una de las hortalizas más apreciadas en nuestra huerta aunque también es la que nos da más quebraderos de cabeza. El clima húmedo y templado no es nada apropiado para esta planta, por lo que tendremos que cuidarla con mucho mimo para que nos de su fruto tan codiciado.
El mayor enemigo del tomate es la humedad, por lo que la mayoría de las medidas a tomar irán en esta dirección. La prevención es la clave para hacerle frente al mildiu.
Medidas a tomar:
- La distancia que dejaremos entre plantas, cuanto mayor sea mejor. Aun así, teniendo en cuenta que muchas veces tenemos huertas pequeñas, una distancia apropiada podría ser 60 x 90
- Conviene aporcar los tomates, ya que de este modo, echa más raíces y la planta será más fuerte
- Quitaremos todos los chupones a la planta y dejarle sólo una guía. Ya que de otro modo, la planta crecería demasiado frondosa y no se airearía correctamente
- Al regar, nunca mojaremos la planta, regaremos al surco del caballón
- No tocaremos la planta cuando esté mojada, ya que ese es el modo en el que se expande el hongo
- Cuando la planta haya echado 4-5 racimos de flores, cortaremos la guía de la planta
Tratamientos
- Podremos pulverizarlos con una decocción de cola de caballo al 20% cada 15 días.
- El yogur o suero de leche ayuda a que el hongo no se expanda (1/2 litro en 10 litros de agua)
- Desde que ponemos los tomates hasta julio, conviene aplicar caldo bordelés cada 15 días (en la vertiente cantábrica). Después, intentaremos no realizar ninguna aplicación, ya que la planta ya habrá fructificado.